Día de viaje para La Roja. Este viernes, el mismo día en que comenzó a rodar el balón en la Copa Mundial Femenina de la FIFA – Francia 2019 (las anfitrionas derrotaron por 4-0 a Corea del Sur), la escuadra nacional se trasladó desde Bad Gögging, en Alemania, hasta Rennes, sede del estreno ante Suecia, el próximo martes.

Justo al mediodía, el bus de traslado dejó el resort Marc Aurel en Baviera, con rumbo a Múnich; un trayecto de una hora, para luego abordar el avión que llevaría al equipo a tierras galas. A las 17:45, el vuelo 2244 de Lufthansa aterrizó en Nantes: un tramo final movido, pues una ventolera infernal hizo que el Airbus A319 de la aerolínea de bandera alemana se cimbrara mucho más de lo habitual antes de posarse sobre la pista de la terminal aérea.

A la llegada, el bus especialmente adornado por FIFA con banderas chilenas esperó a la Selección. Por carretera, entonces, hasta Rennes, ciudad capital de Bretaña, a la cual La Roja Femenina arribó alrededor de las 8 y media de la tarde.

El equipo nacional quedó concentrado en el Hotel Best Western Plus, donde la FIFA organizó una colorida ceremonia de bienvenida, en que destacó la presentación de 15 niñas representantes del Club J A Mordelles, equipo de fútbol exclusivamente femenino que tiene su sede a 13 kilómetros del centro de Rennes.

Para mañana, la Selección tiene previsto un entrenamiento abierto al público (10:30 horas), en el Complejo Deportivo Edmond Blanchet, de la localidad de Bédée, la primera actividad deportiva en Francia, cuando resta muy poco para el puntapié inicial del sueño mundialista.

POR ANTONIO LOMA-OSORIO
FOTOS: CARLOS VERA / COMUNICACIONES ANFP
DESDE RENNES, BRETAÑA, FRANCIA